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miércoles, 14 de diciembre de 2011

Lo que nos recuerda la Navidad

Cercanos a las próximas fiestas que se avecinan no quiero dejar pasar la oportunidad de tratar un tema que nos concierne a todos de manera muy personal: trabajo vs familia.

La navidad que se avecina nos puede gustar o no. Hay a quienes rehúyen de estas fechas, no sin motivo que lo justifique por supuesto, y hay quienes se vuelcan con ellas como si de niños se tratara.

Nos guste o no, la Navidad está aquí y a todos nos recuerda el tipo de vida que llevamos.

Quiero hablaros de la endocalidad en la empresa, es decir, como el desarrollo integro de las personas conlleva a un trabajo de mayor calidad.

Con la endocalidad tratamos los valores personales de cada persona y se satisface el interior para que este sea el gran motor que empuja al exterior hacia mejores resultados.

Hablamos de tener una vida plena tanto laboral, social como familiarmente.

Suele pasar, especialmente a personas con gran éxito laboral, que la parte personal a quedado apartada del centro y en la mayoría de los casos no se da cuenta de ello hasta que no se producen consecuencias graves: divorcios, hijos que reniegan de su padre/madre, soledad en momentos difíciles, soledad en la vejez, etc, etc.

Son consecuencias de una vida que se eligió, no lo olvidemos nunca.

Sin embargo, año tras año tenemos una fecha que nos recuerda que tipo de vida tenemos y ni siquiera nos damos cuenta.

¿Qué harás en nochebuena? ¿y en nochevieja? Esa es la cuestión y la respuesta al mismo tiempo.

Si la respuesta es “trabajar” o “solo” tenemos que preguntarnos ¿por qué? ¿Es elección nuestra? ¿Por qué lo es?

Hay muchas maneras de celebrar la navidad y una de ellas es, incluso, no celebrándola. Hay gente que de verdad no celebra esta fecha, bien por religión o por creencia de “superficial y comercial” (siempre que sea realmente este motivo y no otro más profundo que intenta encubrir) y es totalmente respetable.

La cuestión viene para el resto de la población: aquellos que engullidos por su trabajo voluntariamente no acuden a ninguna celebración, aquellos que hacen esperar a familia y amigos con la cena puesta y llegan ya tarde, aquellos que prefieren volver al trabajo (y no por obligación) a estar con sus hijos o familiares en el dia de Navidad.

Yo misma renegaba de la navidad y para mi no era mas que una cita obligatoria. Me apunté al carro de “la navidad es superficial, falsa y comercial”. Pero un día desperté, dándome cuenta del porque había estado renegando de ella y de que si quería celebrarla…con los que yo quería, claro.

No nos olvidemos del significado de estas fechas y de las pistas que nos dejan sobre nosotros. Podemos elegir celebrarlas o no pero que la negativa nunca sea porque descuidamos y renegamos de nuestros seres queridos: amigos o familiares.

Tener un equilibrio entre nuestra vida personal y laboral es el mayor regalo que podeís hacer a los demás... y a vosotros mismos, ¿no creeis?

1 comentarios:

Mara Esteban dijo...

Elia¡¡¡ yo soy de las que le encantá la Navidad¡¡¡ asi que la celebraremos mucho¡¡¡ aunque tambien trabajaré¡¡¡¡

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